Gare de Roubaix es una cerveza artesanal de color ámbar de alta fermentación que tiene su origen en las bieres de garde belgas, cervezas de inspiración agrícola típicas de la tradición cervecera del noreste de Francia. Es una cerveza que tiene su punto fuerte en su cuerpo, redondo y pleno, que le otorgan las maltas claras y ambarinas con las que se elabora. El uso de nobles lúpulos alemanes le confiere un amargor elegante que constituye el contrapeso ideal al sabor a malta. En la mesa acompaña muy bien con preparaciones a base de carne y quesos curados y azules. Su nombre, además de recordar el estilo de referencia con un juego de palabras y pronunciación, pretende resaltar el eclecticismo de esta cerveza, cuyos ingredientes proceden de las principales naciones cerveceras europeas, encontrando una metáfora en una estación de tren, además de perfilar su Estilo de bebida: tranquilo y lento, como esperando el próximo viaje.